Scorsesse y Siegel. Los Soprano y Harry el Sucio. Mafiosos y oscuras logias masónicas. Putas, maderos y brókers espoleados por ingentes cantidades de cocaína. La Sevilla del siglo XVI.

Todo eso y más parece caber en la austera paleta cromática que domina las páginas de El Método Gemini (Autsaider Cómics, 2018). Una sencilla elección de colores y un dibujo, no sabría decir si más en deuda con el underground sesentero de publicaciones como Zap o con el cartoon publicitario de los 50’s, pero que terminan por conformar un apartado gráfico sencillamente apabullante.

la última obra de Magius sorprende por el marcado contraste entre continente y contenido: Valiéndose de unos resortes narrativos tendentes a la caricatura enloquecida y un sentido de la crueldad casi naíf consigue armar una historia envolvente y  compleja.

El Método… Es la historia de Mick Dioguardi, un fulano de sangre calabresa y pocos escrúpulos. El pormenorizado relato de su ascenso (spoiler alert: Y caída) entre exhibiciones de violencia hipervitaminada y viñetas de sexo sucio. Es, en fin, un fresco de épica urbana (sangrienta y sórdida, pero épica al fin y al cabo) y pulso cinematográfico. Bajando al detalle fílmico, se hace imprescindible la mención a «Uno de los nuestros» (Martin Scorsesse, 1990) por ser una historia de similares mimbres narrativos, pero también hay retazos de la Nueva York peligrosa y preturística de cintas como «Taxi Driver» (Martin Scorsesse, 1976) o «Tarde de perros» (Sidney Lumet, 1975). Incluso uno cree atisbar el sentido de la narración, de gran formato, de obras menores (apréciese el uso de cursivas) como «El príncipe de la ciudad» (Lumet, 1981) o incluso «El Don ha muerto» (Richard Fleischer, 1973).

Disquisiciones referenciales a un lado, la última obra de Magius sorprende por el marcado contraste entre continente y contenido: Valiéndose de unos resortes narrativos tendentes a la caricatura enloquecida (esto es especialmente notorio en las primeras páginas) y un sentido de la crueldad casi naíf consigue armar un relato envolvente y complejo. Una historia coral que se proyecta a lo largo de décadas (De los últimos 50s a los primeros 80s, una cronología no muy distinta a la planteada por «Uno de los nuestros») animada por una sobredosis de referencias pop y cinematográficas, entreverada con apuntes de intrahistoria mafiosa (En la trama de fondo se adivina más de un guiño a las cuitas que siguieron a la muerte de Carlo Gambino entre su sucesor Paul Castellano y tiburones ambiciosos como John Gotti)

Es esa mixtura de creación sin ataduras y documentación prolija, de factura individualista y total falta de complejos la que termina por conferir un aura única a «El Método Gemini»: Imagina un cómic con la frescura desprejuiciada de las viñetas que garrapateabas en tu primera adolescencia combinada con sesiones maratonianas de cine de gángsters y demás hierbas exploitation. Eso, eso es justo lo que ha conseguido Magius con pulso de amanuense noir y alucinado en «El Método Gemini».

El Método Gemini -y otras muchas cosas- lo puedes encontrar en: http://www.autsaidercomics.com/

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